martes, 27 de julio de 2010

Instrucciones para identificar la afección de extrañar

Comenzará Usted a sentir una irregularidad, un extranjerismo recorriendo todo su cuerpo, cuyo génesis es, generalmente, el estomago, para después extenderse al resto de su organismo a manera de un cosquilleo interno y ligero muy peculiar. Incluso, si coloca su mano cerca del abdomen, con un poco de suerte, notará una especie de armonía disonante en el proceso natural de su respiración. Resulta pertinente hacer notar que el respirar no es el ordinario, sino ahora se hace poco a poco más cadencioso hasta llegar a armonizar disonantemente con la sensación de cosquilleo antes mencionada. Mientras ese cosquilleo alcanza las extremidades inferiores, su mente comenzará a perder nitidez (en cuanto al entorno circundante) hasta el punto de que las formas y colores antes definidos pasen a ser el borrador de una vaga imagen. Es probable que este proceso gradual se traslape con otro proceso mental, el cual consiste en evocar al objeto que se extraña. Este objeto es evidenciado de manera inconsciente por la memoria, y pasa a primer y único plano de su atención. Inmediatamente, el cosquilleo se hará ligeramente más fuerte, como una especie de descarga eléctrica momentánea, y en algunos casos es posible presentar transpiración de manera muy tenue. Se recomienda un poco de estiramiento durante esta etapa de su patología, pues en caso de no hacerlo, la pasividad e ingravidez que presentan los músculos aunado al cosquilleo místico pueden provocar pequeños tirones y desgarres. En fin, el cosquilleo presentará esa especie de descarga cada vez que la mente juegue vilmente a presentar alguna imagen del objeto extrañado. Cabe mencionar un dato: el objeto extrañado, al cual nos referiremos como el agente patógeno, puede ser tanto un objeto inanimado, como una persona o una situación. Es de lo más común que el agente patógeno sea una persona, sobre todo si este ser guarda alguna especie de relación especial con Usted, el paciente. Retomando el tema, cuando la memoria trae una imagen o sucesión de imágenes sobre el agente patógeno (imágenes que evocan emotividad y felicidad), su cuerpo presenta características especiales, entre las cuales se cuentan la aparición de mucosa nasal y la ya mencionada respiración anormal. Los ataques debidos a la patología de extrañar suelen ser de duración variable, pues depende mucho del vínculo entre Usted, el huésped, y el agente patógeno, así como la cantidad de imágenes que el agente patógeno pueda provocar en Usted. Mientras todo esto sucede, no se sorprenda si el llanto se asoma por una ventana del lagrimal, es algo perfectamente normal y efecto secundario de esta metamorfosis. Otros efectos posibles son el enrojecimiento del cutis facial, el suspiro (¡ay, el suspiro!) en cantidades variables, el relajamiento de la mayoría de los músculos esqueléticos, la alteración en el ritmo cardiaco, la ya mencionada desconexión con el entorno circundante, la falta de concentración, entre otros. Se recomienda una bebida caliente para aliviar esta sintomatología, sobre todo cuando el fluido lagrimal y nasal es abundante, pues se corre el riesgo de una deshidratación. Aunque pocos y aislados episodios de este padecimiento resultan inofensivos e incluso hasta benéficos, si éstos son repetidos y constantes pueden resultar en severas alteraciones a la calidad de vida del paciente. En caso de sufrir irremediablemente de una situación semejante, se recomienda la visita al médico para un diagnóstico acertado y un farmacotratamiento efectivo.

CAPÍTULO SIN NÚMERO, EXTRAÍDO DE NOVELA SIN TÍTULO

1 comentario:

  1. Oh no! Mucho me temo que he padecido, padezco y muy probablemente padeceré esa patología tan curiosa que acecha a las personas y llega cuando menos te lo esperas... Bueno, al menos ya sé identificarla xD jaja

    ResponderEliminar